INTRODUCCIÓN Y BREVE MODELO EXPLICATIVO DE LAS ADICCIONES
Los trastornos relacionados con sustancias engloban el consumo de diferentes tipos de drogas, donde se encuentra clasificada la cocaína como un estimulante del sistema nervioso central. Todas las drogas que se consumen en exceso producen una activación directa general del sistema de recompensa cerebral, que está implicado en el refuerzo de las conductas.
Este factor, unido a variables emocionales, contextuales y psicológicas, son las claves que nos ayudan a entender dicho trastorno psicológico.
Esta activación del sistema de recompensa es tan intensa que incluso se descuidan las actividades normales. En vez de obtener dicha estimulación a través de comportamientos adaptativos, las drogas de abuso activan directamente las vías de recompensa. Asimismo, los individuos con menores niveles de autocontrol, que reflejan disfunciones en los mecanismos de inhibición cerebral (poder inhibir un comportamiento) están más predispuestos a desarrollar trastornos por consumo de sustancias, lo que sugiere que, en algunas personas, se pueden evidenciar las raíces de estos trastornos a través de los comportamientos que se instauran con bastante anterioridad al propio consumo de la sustancia.
CRITERIOS PARA DIAGNOSTICAR UNA ADICCIÓN A LA COCAÍNA
Entendemos que existe una adicción a la cocaína cuando se presenta algunos de los siguientes criterios:
- DEPENDENCIA: El sujeto depende de un patrón de consumo de cocaína, se presenta un consumo en cantidades superiores y anormalmente frecuentes, el tiempo que gasta en obtener la sustancia o en consumirla es excesivo, el paciente muestra mucho deseo y ansia por consumir, el consumo provoca el abandono o la interferencia en tareas del día a día (trabajo, relación de pareja, cuidado de los hijos) y se consume a pesar de las consecuencias negativas
- TOLERANCIA: El sujeto cada vez tiene menos efectos psicoactivos con el consumo de una misma cantidad, por lo que para obtener esos efectos psicoactivos el sujeto aumentará la cantidad o frecuencia de consumo, cronificando el consumo en el tiempo.
- ABUSO: El sujeto presenta un patrón de consumo de grandes cantidades en un periodo muy breve de tiempo.
- ABSTINENCIA: El sujeto sentirá una serie de cambios fisiológicos y emocionales debido al no consumo de la sustancia. Esto puede traducirse en un malestar transitorio que puede llevarles al consumo para aliviar el malestar.
EVALUACIÓN ADICCIÓN A COCAÍNA
Además de reunir uno o más de los criterios mencionados con anterioridad, es importante realizar una evaluación general psicopatológica del sujeto para formular un análisis del caso donde determinar los desencadenantes (estimulares, situacionales, emocionales o cognitivos) que pueden llevarle al consumo o recaída.
Estas variables estimulares, situacionales, emocionales o cognitivas se van a determinar a través de: entrevistas, observación, autorregistros e instrumentos psicométricos.
De la evaluación del caso obtendremos los módulos de tratamiento a trabajar ya que, aunque hay una parte de trabajo general en cada caso de adicción a la cocaína, hay otra parte única y particular de cada sujeto, que quizás no haya que trabajar o no sea tan importante en otro caso. De ahí la importancia que damos al CASO ÚNICO.
TRATAMIENTO ADICCIÓN COCAÍNA
Los módulos de tratamiento y técnicas empleadas, en un caso de adicción a la cocaína, son variados y también van a depender de cada caso, pero mostraremos algunos de ellos:
- Autoestima
- Habilidades Sociales y Asertividad
- Activación conductual
- Organización del tiempo y establecimiento de objetivos
- Manejo de pensamientos y emociones
- Autoinstrucciones para el manejo de situaciones
- Exposición y afrontamiento de situaciones
- Técnicas de relajación y desactivación
- Toma de decisiones
- Prevención de Recaídas
El análisis del caso determinará los módulos y orden de tratamiento, ajustándonos a cada caso porque entendemos que son muchas las variables que influyen en la conducta final del consumo.
El sujeto irá evolucionando en el tratamiento a través de distintas fases. Las dos fases más reconocibles son:
DESINTOXICACIÓN: Primera fase donde se busca la abstinencia total de la sustancia, suele ser un periodo no inferior a un mes.
DESHABITUACIÓN: Segunda fase, más extensa en el tiempo, donde el sujeto aprende gradualmente sobre el manejo de la adicción en el largo plazo, generando cambios significativos que lo alejen del consumo y le generen satisfacción.
Jorge Jiménez Santiago
ALBORÁN Psicólogos
